martes, 27 de octubre de 2009

Un día como otro.



Y estoy donde no quiero estar, con tanto en mi cabeza como personas aquí, e incluso llego a creer que ni siquiera contando las células de cada uno, llegaría a la suma total de todo lo que me rodea. Es esa clase de abstracción propia de otras atenciones, mi mente entre pensamientos tan diferidos unos de otros como el día y la noche, que a pesar de perseguirse constantemente en un amanecer y un anochecer que no acaba, JAMÁS llegan a estar juntos... Y puede que no sea lo único que permanezca así, separado, quizás hay más que simples días o noches.
Quisiera comprender tantas cosas, demasiadas... Es un misterio encontrar una solución como encontrar un brillo actual en alguna estrella, sabiendo que varias de ellas murieron hace años ya. Me he callado tantas veces, simplemente dejándome llevar por la vida, por seguir el cause y no remar en contra, porque las fuerzas no son eternas, me canso y necesito sentarme, tengo que respirar porque mis débiles pulmones lo requieren, a pesar de que varias veces es otra la primera necesidad que pasa por mi cabeza.
Debo abrir los ojos, pero sólo miro pues dejé de observar... No quiero toparme con lo real, con aquello que omití, lo que obvié, lo que hace años intento dejar atrás...